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Un accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando se interrumpe o se reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Las células cerebrales comienzan a morir en minutos.
Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica, y el tratamiento inmediato es crucial. La acción temprana puede reducir el daño cerebral y otras complicaciones.
La buena noticia es que actualmente muchos menos estadounidenses mueren a causa de un accidente cerebrovascular que en el pasado. Los tratamientos efectivos también pueden ayudar a prevenir la discapacidad por un accidente cerebrovascular.
Síntomas
Si tú o alguien con quien estás puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular, presta especial atención al momento en que comenzaron los síntomas. Algunas opciones de tratamiento son más eficaces cuando se administran poco después de que comienza el accidente cerebrovascular.
Los signos y síntomas del accidente cerebrovascular incluyen:
- Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Se puede experimentar confusión, dificultad para articular las palabras o para entender lo que se dice.
- Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna. Puedes desarrollar entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, el brazo o la pierna. Esto a menudo afecta solo un lado del cuerpo. Trata de levantar ambos brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo comienza a caer, es posible que estés sufriendo un accidente cerebrovascular. Además, un lado de la boca puede caerse cuando trates de sonreír.
- Problemas para ver en uno o ambos ojos. Repentinamente, puedes tener visión borrosa o ennegrecida en uno o ambos ojos, o puedes ver doble.
- Dolor de cabeza. Un dolor de cabeza súbito y grave, que puede estar acompañado de vómitos, mareos o alteración del conocimiento, puede indicar que estás teniendo un accidente cerebrovascular.
- Problemas para caminar. Puedes tropezar o perder el equilibrio. También puedes tener mareos repentinos o pérdida de coordinación.
Causas
Hay dos causas principales de accidente cerebrovascular: una arteria bloqueada (accidente cerebrovascular isquémico) o fuga o rotura de un vaso sanguíneo (accidente cerebrovascular hemorrágico). Algunas personas pueden tener sólo una interrupción temporal del flujo sanguíneo al cerebro, conocida como ataque isquémico transitorio (AIT), que no causa síntomas duraderos.
Este es el tipo más común de accidente cerebrovascular. Ocurre cuando los vasos sanguíneos del cerebro se estrechan o se bloquean, lo que causa una importante reducción del flujo sanguíneo (isquemia). Los vasos sanguíneos se bloquean o se estrechan debido a la acumulación de depósitos de grasa o de coágulos sanguíneos u otros desechos que se desplazan por la sangre (con más frecuencia desde el corazón) y se alojan en los vasos sanguíneos del cerebro.
Algunas investigaciones iniciales muestran que la infección por COVID-19 puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, pero se requieren más estudios.
Accidente cerebrovascular hemorrágico
El accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro gotea o se rompe. Las hemorragias cerebrales pueden ser el resultado de muchas afecciones que afectan los vasos sanguíneos. Los factores relacionados con el accidente cerebrovascular hemorrágico incluyen los siguientes:
- Presión arterial alta no controlada
- Sobretratamiento con anticoagulantes
- Bultos en puntos débiles de las paredes de los vasos sanguíneos (aneurismas)
- Traumatismo (como un accidente automovilístico)
- Depósitos de proteína en las paredes de los vasos sanguíneos que provocan debilidad en la pared del vaso (angiopatía amiloide cerebral)
- Accidente cerebrovascular isquémico que causa hemorragia
Una causa menos común de sangrado en el cerebro es la ruptura de una maraña anómala de vasos sanguíneos de paredes delgadas (malformación arteriovenosa).
Accidente isquémico transitorio
Un accidente isquémico transitorio, al que a veces se lo llama mini accidente cerebrovascular, es un período temporal de síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular. Un accidente isquémico transitorio no causa daño permanente. Un accidente isquémico transitorio se produce por una disminución temporal del suministro de sangre a una parte del cerebro, que puede durar tan solo cinco minutos.
Al igual que con el accidente cerebrovascular isquémico, el accidente isquémico transitorio ocurre cuando un coágulo o restos reducen o bloquean el flujo sanguíneo a parte del sistema nervioso.
Solicita atención de emergencia incluso si crees que tuviste un accidente isquémico transitorio porque tus síntomas mejoraron. No es posible saber si estás teniendo un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio según solo los síntomas. Si tuviste un accidente isquémico transitorio, significa que puedes tener una arteria parcialmente bloqueada o estrechada que va al cerebro. Tener un accidente isquémico transitorio aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular más adelante.
Factores de riesgo
Muchos factores pueden aumentar el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo potencialmente tratables de un accidente cerebrovascular incluyen los siguientes:
Factores de riesgo relacionados con el estilo de vida
- Tener sobrepeso u obesidad
- Inactividad física
- Beber en exceso o darse atracones de bebida
- Uso de drogas ilegales como la cocaína y la metanfetamina
Factores de riesgo médicos
- Hipertensión arterial
- Fumar cigarrillos o la exposición al humo de segunda mano
- Colesterol alto
- Diabetes
- Apnea obstructiva del sueño
- Enfermedad cardiovascular, que incluye insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos, infección cardíaca o ritmo cardíaco irregular, como fibrilación auricular
- Antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o accidente isquémico transitorio
- Infección por COVID-19
Entre otros factores asociados con un riesgo más alto de accidente cerebrovascular, se incluyen los siguientes:
- Edad: las personas de 55 años o mayores corren un riesgo más alto de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas más jóvenes.
- Raza o etnia: las personas afroamericanas e hispanas corren un riesgo más alto de sufrir un accidente cerebrovascular que las personas de otras razas o etnias.
- Sexo: los hombres corren un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que las mujeres. Por lo general, las mujeres son mayores cuando tienen accidentes cerebrovasculares, y tienen más probabilidades de morir a causa de ellos que los hombres.
- Hormonas: el uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que incluyen estrógeno aumenta el riesgo.
Complicaciones
Un accidente cerebrovascular a veces puede causar discapacidades temporales o permanentes, según cuánto tiempo el cerebro carece de flujo sanguíneo y qué parte fue afectada. Entre las complicaciones, se incluyen las siguientes:
- Parálisis o pérdida del movimiento muscular. Puedes quedar paralizado de un lado del cuerpo o perder el control de ciertos músculos, como los de un lado de la cara o de un brazo.
- Dificultad para hablar o tragar. Un accidente cerebrovascular puede afectar el control de los músculos de la boca y la garganta, lo que dificulta hablar con claridad, tragar o comer. También puedes tener dificultad con el lenguaje, lo que incluye hablar o entender el habla, leer o escribir.
- Pérdida de memoria o dificultad para pensar. Muchas personas que tuvieron un accidente cerebrovascular padecen cierto grado de pérdida de la memoria. Otras pueden tener dificultades para pensar, razonar, opinar y comprender conceptos.
- Problemas emocionales. Las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden tener más dificultad para controlar sus emociones o pueden sufrir depresión.
- Dolor. Se puede presentar dolor, entumecimiento u otras sensaciones inusuales en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular. Por ejemplo, si un accidente cerebrovascular hiciera que pierdas la sensibilidad en el brazo izquierdo, podrías desarrollar una sensación incómoda de hormigueo en ese brazo.
- Cambios en la conducta y en la capacidad de cuidado personal. Las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden volverse más taciturnas. Es posible que necesiten ayuda con el aseo personal y las tareas diarias.
Prevención
Conocer tus factores de riesgo de accidente cerebrovascular, seguir las recomendaciones del proveedor de atención médica y adoptar un estilo de vida saludable son las mejores medidas que puedes tomar para prevenir esta afección. Si has tenido un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio, estas medidas podrían ayudar a prevenir otro accidente cerebrovascular. La atención de seguimiento que recibas durante tu estancia en el hospital y después también pueden influir.
Muchas estrategias de prevención de accidentes cerebrovasculares son las mismas que las estrategias de prevención de enfermedades cardíacas. En general, las recomendaciones para un estilo de vida saludable incluyen:
- Controlar la presión arterial alta (hipertensión). Esta es una de las cosas más importantes que puedes hacer para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Si has tenido un accidente cerebrovascular, bajar la presión arterial puede ayudar a prevenir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular posteriores. Con frecuencia, para tratar la presión arterial alta, se utilizan cambios saludables en el estilo de vida y medicamentos.
- Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas en tu alimentación. Comer menos colesterol y grasas, especialmente grasas saturadas y grasas trans, puede reducir la acumulación en las arterias. Si no puedes controlar tu colesterol solo a través de cambios en la alimentación, el médico te puede recetar un medicamento para bajar el colesterol.
- Dejar de fumar. Fumar aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular para fumadores y no fumadores expuestos al humo de segunda mano. Dejar de fumar reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- Controlar la diabetes. La dieta, el ejercicio y la pérdida de peso pueden ayudarte a mantener el nivel de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. Si los factores del estilo de vida no parecen ser suficientes para controlar la diabetes, es posible que el médico te recete medicamentos para la diabetes.
- Mantener un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo de accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
- Seguir una alimentación rica en frutas y verduras. Una alimentación que contenga cinco o más porciones diarias de frutas o verduras puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. La dieta mediterránea, que hace hincapié en el aceite de oliva, las frutas, los frutos secos, las verduras y los cereales integrales, puede ser útil.
- Hacer ejercicio de forma regular. El ejercicio aeróbico reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de muchas maneras. El ejercicio puede reducir la presión arterial, aumentar los niveles de colesterol bueno y mejorar la salud general de los vasos sanguíneos y el corazón. Además, te ayuda a perder peso, controlar la diabetes y reducir el estrés. Progresivamente, haz hasta por lo menos 30 minutos de actividad física moderada, como caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta la mayoría de los días de la semana, si no todos.
- Beber alcohol con moderación, si es que lo haces. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos. El alcohol también puede interactuar con otros medicamentos que estés tomando. Sin embargo, beber cantidades pequeñas a moderadas de alcohol, como una bebida al día, puede ayudar a prevenir accidentes cerebrovasculares isquémicos y disminuir la tendencia a la coagulación de la sangre. Habla con el médico acerca de lo que es adecuado para ti.
- Tratar la apnea obstructiva del sueño. El médico puede recomendarte un estudio del sueño si tienes síntomas de apnea obstructiva del sueño, un trastorno del sueño que hace que dejes de respirar repetidamente durante períodos breves mientras duermes. El tratamiento para la apnea obstructiva del sueño incluye un dispositivo que administra presión positiva en las vías respiratorias a través de una mascarilla para mantenerlas abiertas mientras duermes.
- Evitar las drogas ilícitas. Ciertas drogas ilícitas, como la cocaína y la metanfetamina, son factores de riesgo establecidos para un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
MEDICAMENTOS PREVENTIVOS
Si tuviste un accidente cerebrovascular isquémico o un accidente isquémico transitorio, es posible que el médico te recomiende medicamentos para ayudar a reducir el riesgo de sufrir otro accidente cerebrovascular. Estos incluyen los siguientes:
- Medicamentos antiplaquetarios. Las plaquetas son células en la sangre que forman coágulos. Los medicamentos antiplaquetarios hacen que estas células sean menos pegajosas y menos propensas a coagularse. El medicamento antiplaquetario más comúnmente utilizado es la aspirina. Tu médico te puede ayudar a determinar cuál es la dosis correcta de aspirina para ti.Después de un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular menor, el médico puede administrarte aspirina y un fármaco antiplaquetario como clopidogrel (Plavix) durante un tiempo para reducir el riesgo de tener otro accidente cerebrovascular. Si no puedes tomar aspirina, es posible que tu médico te prescriba solo clopidogrel.
- Anticoagulantes. Estos medicamentos reducen la coagulación de la sangre. La heparina es de acción rápida y se puede utilizar a corto plazo en el hospital.La warfarina de acción más lenta (Jantoven) se puede usar a largo plazo. La warfarina es un medicamento anticoagulante poderoso, por lo que deberás tomarla exactamente como se indica y estar atento a sus efectos secundarios. También necesitarás hacerte análisis de sangre regulares para controlar los efectos de la warfarina.Existen varios medicamentos anticoagulantes más nuevos para prevenir los accidentes cerebrovasculares en personas que tienen un riesgo alto. Estos medicamentos incluyen dabigatrán (Pradaxa), rivaroxabán (Xarelto), apixabán (Eliquis) y edoxabán (Savaysa). Son de acción más corta que la warfarina y por lo general no requieren exámenes de sangre regulares ni control por parte de tu médico. Estos medicamentos también se asocian con un menor riesgo de complicaciones hemorrágicas en comparación con la warfarina.