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Si tienes prediabetes, es posible que ya esté comenzando el daño a largo plazo de la diabetes (especialmente, en el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones). Sin embargo, hay buenas noticias. La progresión de prediabetes a diabetes tipo 2 no es inevitable.
Comer alimentos saludables, hacer actividad física como parte de tu rutina diaria y mantener un peso saludable puede ayudar a que el nivel de glucosa sanguínea vuelva a la normalidad. Los mismos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 en adultos también pueden ayudar a que los niveles de glucosa sanguínea en niños vuelvan a la normalidad.
SÍNTOMAS
La prediabetes no suele presentar ningún signo o síntoma.
Un posible signo de prediabetes es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo. Las áreas afectadas pueden incluir el cuello, las axilas y la ingle.
Los signos y síntomas clásicos que sugieren que has pasado de la prediabetes a la diabetes tipo 2 incluyen los siguientes:
- Aumento de la sed
- Micción frecuente
- Aumento del hambre
- Fatiga
- Visión borrosa
- Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos
- Infecciones frecuentes
- Llagas que tardan en cicatrizar
- Pérdida de peso involuntaria
CAUSAS
Si bien se desconoce la causa exacta de la prediabetes, los antecedentes familiares y la genética parecen ser un factor importante. Lo que está claro es que las personas con prediabetes ya no procesan el azúcar (glucosa) correctamente.
La mayor parte de la glucosa en el cuerpo proviene de los alimentos que comes. Cuando se digiere la comida, el azúcar entra en el torrente sanguíneo. La insulina permite que el azúcar entre en las células y reduce la cantidad de glucosa en la sangre.
La insulina es producida por una glándula situada detrás del estómago, llamada páncreas. El páncreas envía insulina a la sangre cuando comes. Cuando el nivel de glucosa en la sangre comienza a bajar, el páncreas ralentiza la secreción de insulina en la sangre.
Cuando tienes prediabetes, este proceso no funciona tan bien. En consecuencia, en lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Esto puede deberse a lo siguiente:
- El páncreas no produce suficiente insulina
- Las células se vuelven resistentes a la insulina y no permiten la entrada de tanta azúcar
FACTORES DE RIESGO
Los mismos factores que aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 también aumentan el riesgo de prediabetes. Estos factores incluyen los siguientes:
- Peso. El sobrepeso es un factor de riesgo importante de la prediabetes. Cuanto más tejido graso tengas (especialmente en el interior de la piel y los músculos que rodean el abdomen, así como entre ambos), más resistentes a la insulina se volverán las células.
- Tamaño de la cintura. Una cintura grande puede indicar resistencia a la insulina. El riesgo de resistencia a la insulina aumenta en los hombres con cinturas de más de 40 pulgadas (unos 100 cm) y en las mujeres con cinturas de más de 35 pulgadas (unos 90 cm).
- Alimentación. Comer carne roja y carne procesada, y beber bebidas endulzadas con azúcar, se asocia con un mayor riesgo de prediabetes.
- Inactividad. Cuanta menos actividad física hagas, mayor será el riesgo de prediabetes.
- Edad. Aunque la diabetes puede desarrollarse a cualquier edad, el riesgo de prediabetes aumenta después de los 35 años.
- Antecedentes familiares. El riesgo de prediabetes aumenta si tu padre, tu madre o un hermano tienen diabetes tipo 2.
- Raza o grupo étnico. Aunque no se sabe con certeza el porqué, determinadas personas, como las de piel negra, hispanas, indígenas estadounidenses y asiáticas americanas, tienen más probabilidades de desarrollar prediabetes.
- Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), tú y tu hijo corren un mayor riesgo de desarrollar prediabetes.
- Síndrome de ovario poliquístico. Las mujeres con esta afección común, que se caracteriza por períodos menstruales irregulares, exceso de crecimiento del pelo y obesidad, tienen un mayor riesgo de prediabetes.
- Sueño. Las personas con apnea obstructiva del sueño, una afección que produce interrupciones repetidas mientras duermes, tienen un mayor riesgo de resistencia a la insulina. Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño.
- Humo de tabaco. Fumar puede aumentar la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes tipo 2 en personas que tienen prediabetes. Fumar también aumenta el riesgo de complicaciones como consecuencia de la diabetes.
Entre otras afecciones relacionadas con un mayor riesgo de prediabetes, se incluyen las siguientes:
- Presión arterial alta
- Niveles bajos de colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) o el colesterol «bueno»
- Niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre
SÍNDROME METABÓLICO
Cuando ciertas afecciones ocurren junto con la obesidad, se asocian con la resistencia a la insulina y pueden aumentar el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular. Una combinación de tres o más de estas afecciones generalmente se denomina síndrome metabólico:
- Presión arterial alta
- Niveles bajos de las lipoproteínas de alta densidad
- Triglicéridos altos
- Niveles altos de glucosa en la sangre
- Gran tamaño de la cintura
COMPLICACIONES
La prediabetes se ha relacionado con daños a largo plazo, entre otros, en el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones, incluso si no ha progresado a la diabetes tipo 2. La prediabetes también está relacionada con ataques cardíacos no reconocidos (asintomáticos).
La prediabetes puede avanzar a diabetes tipo 2, lo cual puede llevar a lo siguiente:
- Hipertensión arterial
- Colesterol alto
- Enfermedad cardíaca
- Accidente cerebrovascular
- Enfermedad renal
- Daño en los nervios
- Enfermedad del hígado graso
- Daño ocular, incluida la pérdida de visión
- Amputaciones
PREVENCIÓN
Un estilo de vida saludable puede ayudarte a prevenir la prediabetes y su progresión a diabetes tipo 2, aunque tengas antecedentes familiares de diabetes. Estos incluyen los siguientes:
- Consumir alimentos saludables
- Mantenerse activo
- Perder el exceso de peso
- Controlar la presión arterial y el colesterol
- No fumar