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Con el objetivo de generar un necesario reencuentro tras dos largos años de pandemia, las educadoras y técnicos en párvulos del Jardín Infantil y sala cuna El Chavito de Queilen, llevaron a cabo una gran primera Mateada Familiar. Esto, en el marco del aniversario N°32 de Fundación Integra.
Con mates individuales, masas dulces y saladas, música folclórica y buena conversación, la cita reunió lo impensado: hasta cuatro generaciones familiares en un solo lugar. Para sorpresa de las organizadoras, llegaron niños y niñas, padres, abuelos y bisabuelos. Todos unidos en un ambiente de sana entretención, cariño y aprendizaje mutuo.
Desde el recinto indicaron que la invitación se realizó con el objetivo de “reencontrarnos, conocernos y crear vínculos después de años de pandemia entre Familia y Jardín, pero lo que más nos gustó fue la gran participación y entusiasmo, demostrando el compromiso con sus hijos e hijas y el centro educacional al que asisten”.
Durante la jornada niños y adultos bailaron y cantaron. “Somos todos una gran familia y eso de estrechar los lazos era necesario. Nos gustó mucho como familia y quedamos gratamente sorprendidos por incluirnos. A mis hijos el compartir con personas de diferentes edades les refuerza el vínculo familiar, les crea empatía, les enseña a Ser tolerantes, agradecidos y a pesar de tener diferentes culturas y venir de un país distinto, estamos muy felices por la acogida de esta gran comunidad chilena chilota”, indicó la apoderada María Ilina Passanisi de Guzmán, quien es de origen venezolano.
En el mismo tenor, Pamela Bilbao, mama de Sofía, agregó que “después de tanto tiempo sin poder salir, estas actividades nos vuelven a llenar de alegría y cariño. Somos seres sociales desde que llegamos a este mundo y a nuestros hijos e hijas estas actividades les ayudan a sentirse parte importante de la comunidad, a convivir en sociedad y a valorar su familia”.
Desde el Jardín El Chavito adelantaron que el próximo año se pretende repetir la actividad e ir por la II versión de la Mateada Familiar, para así seguir acercando a los pequeños y pequeñas a su comunidad.
Cabe destacar que amenizaron el encuentro un grupo musical formado por integrantes de la familia Segovia y el conjunto folclórico Antu Lighnuen de la Escuela Chilhué de Queilen.
